Esta clase es la clase de polímeros biodegradables más estudiada, debido a su importante diversidad y su versatilidad sintética. Puede usarse una gran variedad de monómeros. Existen varias rutas que conducen al desarrollo de poliésteres sintéticos y se han revisado recientemente. La policondensación de monómeros difuncionales produce preferentemente polímeros de bajo peso molecular. Se prefiere la polimerización por apertura de anillo cuando se desean polímeros de alto peso molecular. La mayoría de los poliésteres biodegradables se preparan mediante la polimerización por apertura de anillo de lactonas de seis o siete miembros. Los poliésteres alifáticos son casi los únicos compuestos biodegradables de alto peso molecular y, por lo tanto, se han investigado exhaustivamente. Sus enlaces éster hidrolizables los hacen biodegradables. Los poliésteres alifáticos se pueden clasificar en dos tipos según la unión de los monómeros constituyentes. La primera clase consta de polihidroxialcanoatos. Estos son polímeros sintetizados a partir de hidroxiácidos, HO-R-COOH. Los ejemplos son poli (ácido glicólico) o poli (ácido láctico). Los poli (dicarboxilatos de alqueno) representan la segunda clase. Se preparan por policondensación de dioles y ácidos dicarboxílicos. Los ejemplos son poli (succinato de butileno) y poli (succinato de etileno). Las suturas sintéticas reabsorbibles constituyen actualmente la principal aplicación comercial de los polímeros biodegradables. Los distintos hilos comerciales se diferencian en su manipulabilidad, tiempo de pérdida de la resistencia mecánica y en su velocidad de reabsorción por los tejidos. Hay que tener en cuenta también, que el empleo comercial de suturas derivadas de las lactonas mencionadas anteriormente o de otras depende, en muchas ocasiones, de las patentes de que dispongan los distintos fabricantes